NOTICIA PERSONAL - Un catedrático de Murcia deberá pagar 5.000 euros por plagiar la tesis de una alumna

- Marcos, Marcos, ¿estás en casa?
Ella abrió la puerta de la casa atropelladamente y se dirigió al estudio de su marido.
- ¿Marcos?
Abrió la puerta de la habitación y se lo encontró absorto en su mesa con los cascos puestos. Seguro que era Sinatra, para variar. Sólo levantó la vista cuando la vio entrar.
- María, que pronto has venido hoy, la comida aún no está lista.
- ¡Lo han condenado! ¡Por fin lo han condenado!
Él no pareció comprender pero enseguida cayó en la cuenta.
- ¿En serio? Es verdad, que era hoy el juicio. ¡Enhorabuena! Por fin se ha hecho justicia.
Y se abrazaron de la alegría. Enseguida vinieron los detalles.
- Me ha llamado esta mañana el abogado, en cuanto ha salido del juzgado. ¡Aún no me lo puedo creer!
- ¿Y cuál va a ser su condena?
- Pues una indemnización, pagar los costes del proceso y lo mejor, publicar en los medios su sentencia. ¡Qué todo el mundo se entere por fin!
- Cómo me alegro por ti cariño.. ¿Y cuánto dinero es la indemnización?
- Pues son 5.000 euros. Encima. Nos van a venir de bien...
- Guaaaau, 5.000 euros... ¿Pero qué estás diciendo? No, no, no... que te veo venir. Ya estás pensando en tapar agujeros con ese dinero.
- Pues claro.
- Pues nada de eso. Has de usarlos para tu disfrute, porque te lo mereces.
- ¡Qué dices! Yo sería incapaz de gastarme casi un millón de las antiguas pesetas en caprichitos. Y lo sabes.
- No estoy hablando de caprichos, pero... ¿tú no habías querido siempre ir a un sitio?
- Si, pero... ¿Estás hablando en serio?
La cara de la mujer era de estupefacción. ¿Podría finalmente cumplir su sueño?
- ¿Por qué no? Mejor dicho, si no es ahora, ¿cuando?
- Ya, eso es verdad, pero es que es tanto dinero...
- Por eso mismo. Ahora que lo tendremos.
- ¿Sabes que te digo? ¡Que tienes razón! En cuanto cobremos la indemnización nos vamos a la Patagonia. ¡Por fin!
- ¡Esa es mi chica! Un viaje patrocinado por el excelentísimo catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Murcia.
- No me lo puedo creer aún... No, si al final la justicia funcionará y todo.
- Bueno, no te acostumbres. Pero vamos, esta vez sí, que es lo importante.