Noticia Personal - Un policía mata a su expareja





Todo el barrio conocía la historia de la pareja. Se conocieron, se enamoraron y enseguida él se la llevó a vivir consigo. Le compró un coche, le montó un negocio, pidió los préstamos que fueron oportunos. Si hubiese sido otra época le hubiese construido un palacio. Trabajaba de guardia de seguridad los ratos que el trabajo se lo permitía. Todo para que no le faltase de nada a su princesa. 

Una noche, como si se tratase de una canción de Mecano, en la discoteca donde estaba trabajando hicieron una redada y volvió a casa más temprano. Seguro que volvía contento de poder dormir con ella, sin embargo lo que no sabía es que ella ya tenía compañía en la cama...

La echó de casa esa misma noche. La denunció para que le devolviese todo lo que le había comprado y mientras tanto, en los bares, iba aplacaba su ira contando con pelos y señales la razón de su ruptura... 

No bastó que la historia fuese pública para la señorita, que lejos de avergonzarse se pavoneaba de haber sido tan lista y sacar tanto provecho. Ayer por la mañana, estando en el balcón de mi casa, fui testigo de un encuentro fortuito de ambos en plena calle.

No pude entender su conversación aún gritando como estaban. Pero si que vi como ella se reía de él escandalosamente. Aún tenía la sonrisa en la boca cuando un disparo le quitó la vida. Y sin tiempo para recuperarme de la impresión otro estruendo le atravesó a él la cabeza. En su mano, la pistola.

Hoy leo el periódico la noticia y no lo entiendo. Apesta a violencia de género, sin embargo no es eso lo que yo vi. Presencié como alguien, de pura impotencia, tuvo un ataque de ira que no supo controlar y cometió un asesinato. Una persona mató a otra. Fin de la historia.



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